Durante años, los salesianos, hemos hecho consistir nuestro quehacer pedagógico en lo que Don Bosco llamó Sistema preventivo. Nuestro Santo Fundador no escribió mucho sobre su sistema pedagógico. Él era un hombre eminentemente práctico.

La educación es cosa del corazón (Don Bosco)
Ese «ser práctico» le llevaba a estar con los jóvenes todo el tiempo del que disponía, jugaba, rezaba con ellos, les enseñaba.
Si tuviera que trazar unas líneas sobre lo que es el Sistema preventivo, diría:
- Un clima de familia en el que los alumnos, los jóvenes, puedan sentirse acogidos, protegidos, amados. Donde sienten realmente que son importantes.
- Donde se les ayuda a descubrir el Sentido de la vida. El «Sistema Preventivo» es una espiritualidad. En ese clima de familia los jóvenes descubren que son hijos de Dios y que Él los ama.
- El «Sistema Preventivo» es el arte de educar en positivo. El educador cree en los jóvenes, confía en ellos. Les da responsabilidades.
- Los jóvenes son el centro. Ellos son capaces de autogestionar su trabajo. Crecen en responsabilidad e iniciativas.
- Es el sistema del grupo y la cooperación. No tiene cabida el individualismo. Los jóvenes cuidan unos de otros, se dan consejo, se autoevalúan y son críticos consigo mismo. Este es el espíritu de las primera Compañías, eran grupos donde los jóvenes se hacían el bien.
- Otra característica del sistema preventivo de Don Bosco es la transmisión del bien y de las experiencias positivas, sobre la belleza, la verdad, la bondad, la honestidad, y sobre experiencias pedagógicas positivas. Un educador salesiano por tanto está convencido de que cualquier joven por marginado que sea, tiene energías de bien, que si se las cultiva lo ha de llevar a la fe y honradez.
- Entiende la educación como el acompañamiento para sacar de dentro y ayudar a crecer todo lo positivo que tiene cada persona.
El Sistema Preventivo apoya su eficacia educativa en dos pilares fundamentales: La importancia de la Educación y la necesidad de Fe. «Buenos cristianos y honrados ciudadanos». La Iglesia ha declarado a San Juan Bosco: Padre y maestro de la juventud. Este estilo de educar ha dado frutos. En nuestra breve historia hay múltiples ejemplos, desde Domingo Savio hasta hoy, millones de jóvenes se han beneficiado de esta pedagogía espiritual del amor.
¿Cómo hacer vida hoy el Sistema Preventivo?
- Poniendo a los jóvenes en el centro. En todo nuestro hacer, deben ser siempre nuestro objetivo. Nuestro bienestar, nuestro descanso, lo estructural, lo arquitectónico… Todo debe estar al servicio de ellos.
- No dejar nunca de hablarles de Dios. Hay corrientes que piensan que hay que sacar todo lo celebrativo de la Escuela puesto que su lugar es el tiempo libre. No estoy de acuerdo con ello. Pienso que es extraño a nuestra propuesta. Respetando la libertad del joven, por supuesto, debemos proponer y al mismo tiempo hacer que en nuestras casas se respire, en todo lugar, la Propuesta Cristiana.
- Vivir la pasión y la alegría del Evangelio. El educador salesiano o es apasionado y da el 100% de sí mismo o no sirve para esta tarea. Educamos por contagio. Contagiamos alegría, ganas de vivir, optimismo, capacidad de ser creativos, fuerza interior…
- Siendo creativos, como lo fue Don Bosco, para educar no como lo hizo él en el siglo XIX, sino como debemos nosotros hacerlo en el siglo XXI. No tener miedo en cuantas propuestas se nos ocurran para dar a los jóvenes lo mejor.