La silueta.

Agrupamos a los alumnos en pequeños grupos de cuatro o cinco personas. Utilizamos papel continuo y, por turnos, los alumnos se tienden sobre el papel, de modo que un compañero pueda dibujar su silueta. Después se cuelgan en la pared las siluetas, rodeando la clase o un pasillo. Todos los alumnos de la clase tiene  ahora que escribir algo bonito o simpático sobre cada uno de sus compañeros. Si no se conoce en profundidad a todos ellos, siempre se puede destacar un rasgo físico o de carácter que resulte especialmente agradable.

Si no se dispone de sitio suficiente, se puede llevar a cabo en el aula una adaptación. En lugar de utilizar siluetas se repartirá un papel DIN A· 3 a cada alumno, de modo que escriba en él su nombre y realice un pequeño dibujo que lo identifique. Después se cuelgan los papeles en la pared para que escriban en ellos todos los compañeros.

El objetivo que se pretende con esta dinámica es actuar sobre la autoestima individual de cada alumno, y sobre la de la clase, buscando la cohesión del grupo y que todos y cada uno de los alumnos se sienta bien dentro de la clase.