Las parejas de estudiantes reciben una serie de problemas o actividades complejas. Se reparten dos roles específicos (Solucionador y oidor) que intercambian en cada problema. El solucionado «piensa en voz alta» y habla mientras da los pasos necesarios para resolver el problema. El oidor sigue los pasos, trata de comprenderlos y hace sugerencias si hay errores.
- Se forman parejas y se explican los dos roles: solucionado y oidor, que los estudiantes tendrán que desarrollar, alternándose en cada problema.
- Se ofrece una serie de problemas o actividades con suficiente grado de complejidad, como para que requieran trabajo cooperativo.
- Se comentan las resoluciones, presentando especial atención a los procedimientos utilizados.