Hemos podido visitar diversas escuelas que aplican el sistema “Systems thinking” en la ciudad de Tucson. Así el lunes 26 visitamos el jardín de infancia llamado “Valley View Early Learning Center” y la escuela de primaria “Sunrise Drive Elementary” y el martes 27 visitamos otra escuela de primaria donde se aplica una combinación del systems thinking y el Project Based Learning, así como una High School. La mayoría de las escuelas están establecidas en entornos populares. Especialmente algunas de ellas han hecho una importante opción por la inclusión. El modelo pedagógico se aplica en todos los niveles educativos (desde jardín de infancia hasta el bachillerato) y en todas las materias y disciplinas.
Las raíces de ésta metodología están en la Teoría General de Sistemas de Ludwig von Bertalanffy que Jay Forrester y otros miembros de la Society for Organitzational Learning at MIT desarrollaron. Éste trabajo culmina con el popular libro “La quinta disciplina” de Peter Senge que es quién define que el “systems thinking” como la clave para una organización que quiere aprender. Systems thinking ha sido definido como una aproximación a la resolución de problemas, pero viéndolos como partes de un sistema global. Éste método se focaliza en las relaciones cíclicas entre causa y efecto por encima de relaciones meramente lineales.
Systems Thinking utiliza hábitos, herramientas y conceptos para desarrollar una comprensión de las estructuras interdependientes de los sistemas dinámicos. Cuando los individuos tienen una mejor comprensión de los sistemas son capaces de identificar las claves generar soluciones o proponer cambios significativos. El concepto de sistema dinámico se puede aplicar en múltiples campos, des de los personajes de un libro hasta la propia persona.
Se trabaja con una serie de herramientas – diagramas de causas, diagramas de flujo, modelos de simulación, etc.- que nos permiten explorar cualquier aspecto de la realidad. Cuando un estudiante comprende la complejidad, considerando todo como un sistema dinámico, puede transferir sus habilidades y su conocimiento a futuras situaciones.
La potencia de este modelo pedagógico es tal que permite desarrollar ampliamente las competencias de resolución de problemas, de pensamiento crítico y de pensamiento sistémico, entre otras.
Hemos visto aplicaciones del sistema en el desarrollo de competencias de comunicación lingüística (comprensión lectora, expresión escrita y oral), competencia matemática, competencias de conocimiento e interacción con el mundo físico y social y especialmente con la competencia de aprender a aprender.
El System Thinking tiene por objeto desarrollar en el estudiante una serie de hábitos, tales como:
- Adquirir una visión completa de todo el problema
- Identificar la naturaleza circular de las relaciones complejas entre causa y efecto
- Reconocer y probar las suposiciones
- Considerar cómo los modelos mentales afectan la realidad actual y el futuro
- Buscar dónde emergen consecuencias inesperadas
- Observar cómo los elementos de un sistema cambian a través del tiempo, generando patrones y tendencias
- Reconocer que la estructura de un sistema genera su comportamiento
- Cambiar las perspectivas para aumentar la comprensión
- Considerar un tema completamente y resistiendo el impulso de llegar a una conclusión rápida
- Usar la estructura de un sistema para identificar las acciones que sean un punto de palanca
- Reconocer el impacto de los retrasos cuando se están explorando las relaciones de causa y efecto
- Considerar las consecuencias de las acciones a corto y largo plazo
- Verificar los resultados y si se necesita, cambiar acciones: “aproximaciones sucesivas”
Todos ellos son hábitos que permiten no sólo adquirir competencias básicas vinculadas al saber y al saber hacer, sino que sobretodo potencian en el estudiante su autonomía y crecimiento personal, así como la capacidad de aprender a aprender.
La fundación WATER Foundation, una entidad sin ánimo de lucro, es la que da consistencia a la aplicación del sistema en las escuelas. Esta fundación forma y desarrolla al profesorado en los hábitos, herramientas y conceptos que constituyen la metodología.
Conclusión
Esta es una poderosa metodología que dota al estudiante de estrategias de pensamiento muy potentes y que desarrolla muchas de las competencias clave.
Por otra parte, esta metodología combinada con otras como el aprendizaje basado en proyectos, puede conducirnos a desarrollar con éxito el pensamiento crítico y creativo del estudiante.
Ésta metodología activa se puede combinar de forma natural con al aprendizaje cooperativo. Permite, por lo tanto, una aproximación al aprendizaje no sólo constructivista sino también inclusivo.
Dotar a nuestros estudiantes de capacidad para ser autónomos, críticos e innovadores exige aplicar en nuestras propuestas educativas métodos como el Systems Thinking.