Todos los que hayan visitado Londres y hayan hecho uso del servicio de metro habrán escuchado cientos de veces la locución que repite constantemente “Mind the gap”. Es una advertencia sobre la necesidad de tener en cuenta el espacio entre la plataforma y el tren para evitar accidentes. Eso es “el gap”, ese espacio vacío, pero nuestro gap es otro bien distinto. Es el gap educativo.
En una de las múltiples ponencias en las que hemos participado estos días, se nos propuso una frase de Alvin Toffler, que decía algo así como lo siguiente:
“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no puedan leer o escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender, y volver a aprender”
Cómo no perder el tren.
Y es en ese marco en el que el gap educativo, esa distancia entre el punto de partida de nuestros alumnos y el resto de su viaje por los currículos oficiales, la adquisición de competencias, los cambios de etapa y las distintas opciones que se les irán presentando, toma una especial relevancia.
No creo que debamos pecar de ilusos, hemos estado rodeados de tecnología y propuestas realmente interesantes, que podrían provocar un gran nivel de compromiso o de “engagement” en los alumnos, como dicen por estos lares. Pero todo esto tiene unos costes elevadísimos. Un robot del tipo de Nao, ronda las 4000 libras esterlinas y conozco pocas instituciones que dispongan de presupuesto para asumir gastos así.
Sin embargo, tenemos que saltar el gap y tenemos que depositar seguros sobre el suelo del tren educativo a todos nuestros estudiantes y es aquí donde deben entrar esas capacidades que los docentes entrenamos a diario. Nos referimos a esa capacidad de hacer muchísimo con muy poco.
Tenemos que ser creativos, porque lo cierto es que el próximo factor diferenciador a la hora de acceder a un puesto de trabajo no tendrá sólo que ver con el perfil lingüístico del candidato, donde además, otros sistemas educativos nos llevan una clara ventaja, sino también con la destreza a la hora de usar los medios tecnológicos, la capacidad de interpretar ese gran flujo de datos que todos los días atraviesa las pantallas de los smartphones y tablets de nuestros hijos y pasa a alojarse en alguna parte de su estructura neuronal.
Soluciones de almacenamiento para tablets.
Durante esta última visita al espacio expositivo del Bett Show 2015 hemos podido asistir a los stands de Google, Microsoft, HP, Panasonic, Toshiba, Intel. En fin, prácticamente cualquier nombre del panorama estelar de Silicon Valley, ha tenido su presencia en esta feria además, con stands espectaculares.
Sin embargo, las propuestas más interesantes desde nuestro punto de vista se centraron en aspectos mucho más terrenales.
El primero, sin duda alguna, han sido las soluciones de almacenamiento, carga y sincronización para tablets. No nos hemos parado a hacer un recuento de la miríada de empresas dedicadas a este ámbito tan concreto, pero tan claramente necesario.
Tras los pasos que hemos dado de la mano de Banana Computer, en el camino de implantación de Ipads en nuestra escuela, toca empezar a crear la infraestructura para que la introducción de estos dispositivos en el aula sea lo más simple y carente de incidencias posible y aunque parezca una perogrullada, un aspecto fundamental del uso de estas herramientas en el aula es tan básica como que cada mañana estén cargadas y en perfecto estado de uso.
Realmente hay soluciones para todos los gustos y los fabricantes con presencia en Bett se ofrecían a desarrollar soluciones personalizadas para cualquier escuela. La guerra de precios entre ellos también era llamativa y probablemente nos posibilite poder acceder a estos sistemas a un precio competitivo, que nos permita disponer de una solución estéticamente aceptable, segura y energéticamente eficiente.
En este capítulo, uno de los productos más llamativos fue la serie LearnPad, dado que ofrecían un sistema de carga inalámbrico, pero sólo para su modelo específico de tablets. Sin embargo nos indicaron que estaban trabajando en soluciones para Ipad.
Mobiliario para las aulas.
Otro capítulo crucial que durante este último día de visita ha tenido muchísima incidencia ha sido el ámbito del mobiliario.
Realmente es bastante complicado hablar de trabajo cooperativo cuando el espacio no invita a ello y aunque estamos en camino de dotar a todos nuestros espacios de mobiliario adecuado, los costes y los plazos son dos factores que tenemos que cuidar muchísimo.
Es muy ilusionante ver cómo muchas empresas y curiosamente muchas de ellas, pequeñas empresas familiares, ofrecen mesas, sillas, estanterías, puffs, que te dejan atónito por lo espectacular y lo práctico de sus propuestas.
Desde torres de carga para los portátiles y tablets que permiten crear espacios distintos en nuestras salas de informática de ciclos, hasta separadores de espacios que permitirían reorganizar nuestra biblioteca o los halls de las plantas del edificio nuevo.
Laboratorios digitales.
Prácticamente uno de los primeros stands que visitamos esta mañana fue el de la empresa israelí Einstein, que fabrica sistemas de adquisición de datos que permiten conectar hasta ocho sensores a una tablet y que permite llevar a cabo experimentos de física realmente interesantes. Puede parecer poco relevante, pero imagínense resolver los problemas de física en el mundo real y que los Newton, de repente no sean sólo un número en una pizarra.
Justo a continuación visitamos a otra empresa, Intellisense, que llamó nuestra atención por su relación con el enfoque de flipped classroom que estamos comenzando a investigar. Su sistema permite que una tablet, reconozca ecuaciones escritas a mano, que pueden ser hasta de orden cuadrático, las interprete y ofrezca al alumno una guía paso a paso para su resolución. Simplemente increíble.
Esta misma empresa ofrece un sistema apilable de sensores basado en la nueva placa Edison de Intel y que permite, una vez más, adquirir datos del entorno para después utilizarlos en problemas reales.
En este ámbito, la oferta de cámaras y visualizadores acoplables a microscopios, así como muestras preelaboradas de insectos y fibras también nos resultó abrumadora, sin duda, la posibilidad de utilizarlas en las asignaturas de ciencias naturales son infinitas y podrían permitir que el alumnado tomara contacto con estructuras microscópicas de una manera muy sencilla.
Automatización y control industrial.
Una de las áreas didácticas más costosas de mantener en nuestra formación profesional es, sin duda, el área de la robótica y el control industrial. Este sector, como no podía ser de otro modo, también tuvo presencia en esta feria, fabricantes como Festo con un largo recorrido y otras marcas con las que no habíamos tenido relación previamente, como puede ser el caso de Festech, originaria de China, nos mostraron un amplio catálogo de autómatas, sistemas neumáticos e hidráulicos.
De hecho, el espectáculo de los brazos robóticos de Festo bailando a ritmo de hip-hop fue de lo más impactante de la mañana.
Identificación del alumnado.
El camino que hemos recorrido en los últimos años en este sentido ha sido lento pero con, cada vez más innovaciones que se han ido aplicando poco a poco en función de la disponibilidad de un reducido grupo de profesores.
Este suele ser otro de esos detalles que pasa desapercibido, pero que bajo un nuevo enfoque puede habilitar a un centro escolar para agilizar cientos de tareas. Hablamos, como no podría ser de otro modo, del carnet de estudiante.
En esta línea, el equipo TIC de la casa, tenía claro desde hace algún tiempo que el futuro pasaba por la incorporación de algún tipo de tecnología touchless, es decir, por la aplicación de tarjetas sin contacto. Sin embargo, hasta ahora, los costes de entrada de esta tecnología la han hecho inviable.
Este apartado parece estar cambiando y podríamos comenzar a considerar la aplicación de tecnologías como NFC para el control de asistencia, los trámites en secretaría, la solicitud de citas y una larga lista de procesos más. Tendremos que continuar atentos a este sector.
Lego Mindstorm.
En uno de los stands mejor localizados de la feria nos encontramos con la división educativa de Lego, qué podríamos decirles que no supieran ya sobre su sistema Lego Mindstorm para el desarrollo de robots educativos, probablemente una de las plataformas de coste más efectivo de las presentes en la feria y con el punto a favor de trasladar la estética del juego al aula.
Si bien muchos pensamos que Arduino, Raspberri Pi o Beagle Bone son plataformas que nos pueden abrir puertas mucho más interesantes de cara al conocimiento en profundidad de la tecnología que subyace a este tipo de sistemas, es innegable que Lego tiene, por propio derecho, un lugar privilegiado.
Medios de comunicación y editoriales.
Venir a una feria sobre educación y toparte de golpe con el stand de Discovery Channel tiene algo de especial, sobre todo cuando cualquier ratito libre lo pasas disfrutando con muchos de sus documentales, pero ver que disponen de una división completa dentro de la cadena orientada exclusivamente al ámbito educativo es muy importante, este es un ámbito a explorar, dado que son muchos los alumnos de toda la secundaria que aprovechan cualquier clase de tecnología, ciencias, sociales, para hacer mención a lo que han visto en estas cadenas.
Las editoriales, aún cuando en un alto porcentaje, estaban centradas en los currículos ingleses tenían presencia. Con enfoques más o menos interactivos, todas presentan sus distintas propuestas sobre lo que debe ser el libro electrónico.
Lo cierto es que la clave parece estar en ese nivel de interacción y en la posibilidad de integrar esas actividades interactivas en el proceso de evaluación. Es otro terreno a explorar en el que prevemos muchísimo movimiento en los próximos años.
Infraestructura de red.
El último gran ámbito que logramos abarcar en esta visita fue la infraestructura de red con charlas bastante productivas tanto con representantes de Cisco, concretamente de la línea Meraki, que está teniendo una penetración considerable en el entorno educativo, tanto a nivel de colegios e institutos como a nivel de centros universitarios.
Nos sorprendieron mucho las capacidades técnicas de los puntos de acceso profesionales de Xirrus, que están especialmente diseñados para entornos de acceso masivo como se prevee que sea el de nuestra escuela en el futuro más próximo.
Tener la posibilidad de discutir los entresijos de las implantaciones de las redes inalámbricas, directamente con los ingenieros de sistemas de estas grandes marcas es una gran oportunidad, tanto a título personal como a título profesional.
Despedida.
Finalmente, tras visitar todos los stands, decidimos aprovechar la hora que quedaba antes del cierre del museo británico y nos dirigimos hacia allí.
Y he aquí que nos encontramos con otra experiencia que puede no significar nada o ser la clave de todo.
Encontramos el museo abierto en horario extendido un viernes por la noche y con acceso totalmente gratuito. Vimos además que la mayoría de grandes museos de la ciudad abren sus puertas sin coste alguno.
Paseando entre las momias, porcelana china, obras de arte talladas en jade y con la impotencia de disponer de apenas una hora para hacer una visita relámpago, se nos iba la imaginación directamente a nuestros espacios museísticos, que en algunos casos tienen unos precios de entrada considerables y en muchas ocasiones con inmensas colas.
Y es que, una vez más, la educación es una cuestión ambiental, cultural, un trabajo en equipo, ojalá sea la nuestra la generación que vea como lejos de discusiones estériles, somos capaces como sociedad, de dar la respuesta que nos demandan estas nuevas generaciones que tienen todo por delante y la curiosidad necesaria para poder descubrirlo.
Nos despedimos, esperando que esta experiencia les haya resultado tan interesante como a nosotros.
Un fuerte abrazo de Ernesto y Goyo.