Cuando quisimos elegir un lema para nuestro Centro, parafraseamos a William Shakespeare en su obra Hamlet y escogimos una gran frase: “Hechos del material de nuestros sueños”. Los sueños crean Esperanza y nos lanzan a luchar por una nueva realidad. No se trata de tener los pies en un mundo irreal ni de vagar por un mundo de fantasías sino de vislumbrar una realidad mejor que la presente y vivir en el continuo cambio. Es lo que nuestro propio sistema de Calidad llama “la mejora continua”. Consiste en creer en la Esperanza y que nuestros anhelos más profundos puedan hacerse realidad. Don Bosco fue un soñador de pie en tierra. Tuvo grandes sueños: talleres, oratorios, escuelas nocturnas… y sus anhelos se hicieron realidad.
Creemos en el desarrollo personal integral donde lo Espiritual y lo Evangélico tienen un lugar esencial. Creemos en un cambio pedagógico donde asumimos que las inteligencias son múltiples y que cada una de ellas debe ser cuidada en nuestro Proyecto Educativo.
Necesitamos modificar la forma de trabajo en el aula. Memorizando y repitiendo lo que dice el libro o el profesor no se desarrollan las Competencias Básicas. Evaluando con exámenes y el cuaderno estamos poniendo en el mismo rasero a todos nuestros alumnos, presuponiendo que todos son iguales.
Necesitamos modificar la forma de trabajo en el aula. Memorizando y repitiendo lo que dice el libro o el profesor no se desarrollan las Competencias Básicas. Evaluando con exámenes y el cuaderno estamos poniendo en el mismo rasero a todos nuestros alumnos, presuponiendo que todos son iguales.
Por eso, nuestros Centros deberían ser un gran laboratorio pedagógico. El objetivo, no es otro que dar respuesta al alumno que nos llega. Un chico que vive en una inmensidad de estímulos diferentes al que no le funcionan los medios tradicionales de aprendizaje. Porque no todos aprenden los mismos contenidos, en el mismo tiempo y de la misma manera.
La Escuela debe ser flexible y, por supuesto, igual de flexible todos los agentes activos de la misma (familias, profesores, alumnos, Diseño Curricular…). Lo provisional debe ser lo normal en el ambiente escolar.
Muchos jóvenes no se sienten aceptados en la Escuela, perciben que ése no es su mundo. En algunos cursos, el fracaso se ha convertido en lo normal. Esto hay que pararlo.