A un año de la experiencia en Finlandia.

A un año de aquel viaje pedagógico a Finlandia y tras releer las crónicas de entonces, pretendo concretar, un poco más si cabe, mi propia reflexión de aquel viaje.

Las cifras

El último informe Pisa es del año 2009. En él, Finlandia sigue teniendo el mejor nivel educativo en Europa y se coloca el tercero en el mundo tras Shangay y Korea. España está en la cola de esta estadística, en el puesto 26. En España, además el 30,7% de los alumnos que finalizan la Secundaria no obtienen el título frente al 5% de Finlandia.

 

¿Cuáles son las claves de la educación Finlandesa?

En mi opinión, hay mucho de cultural. En el viaje, tuve la oportunidad de poder dialogar con varios alumnos, con alguno incluso en español.  El sentido del deber y la responsabilidad de los chicos finlandeses son distintos a los de nuestros jóvenes y en eso tiene mucho que ver la cultura, el clima…  Pero también es verdad que hay otros países de cultura luterana con climas parecidos que no alcanzan los mismos resultados.
Sin embargo, hay elementos que nos pueden ayudar a reflexionar y a pensar cómo, desde nuestros centros, podemos aprovecharnos de la experiencia finlandesa.
Nuestros gobiernos, tanto nacional como autonómico parece que tienen otras prioridades. En Finlandia las leyes de educación se cambia pocas veces. No existe la politización vergonzosa que sufrimos en España. La Educación es cosa de todos.
Los elementos de alta política se nos escapan de las manos. Sin embargo, a mi entender, hay tres

claves fundamentales que deberíamos tener en cuenta a la hora de organizar nuestros Centros:

1. El cuidado de nuestros docentes. 
El profesor es el eje fundamental sobre el que gira el Sistema Educativo Finlandés. Es un profesional altamente cualificado que necesita altas notas para acceder a la profesión. Además, su formación pedagógica es alta. No son especialistas en la materia que imparten, son especialistas en educación altamente cualificados para la docencia en esas materias.
La evaluación del desempeño en nuestros Centros se ha convertido en una necesidad imperiosa. Se trata de animar, acompañar a los docentes para que puedan dar las respuestas que los alumnos necesitan. No se trata sólo de organizar un plan de formación. Creo que hay que ir mucho más allá. En primer lugar necesitamos conocer las capacidades de nuestros docentes. Definir bien nuestra Misión y Visión. A partir de ahí, trazar bien nuestro Proyecto Educativo y ahora sí, desde la propia realidad, trazar los planes de formación necesarios para saber dónde queremos llegar con nuestros docentes. No se trata de cursos de más o menor calidad. La Selección de personal es también un elemento clave.
2. Aprovechar la autonomía de nuestros Centros. 
En Finlandia los centros gozan de mucha autonomía. Incluso aquellos que no son los denominados independientes. El director contrata a los profesores. Los centros tienen mucha libertad para adaptarse al tipo de alumnos que tienen.
La autonomía de los centros en España tiene mucho que crecer. Nuestros políticos hablan de ella, pero no hay mucho motivo para la esperanza. Por ello, debemos aprovechar la que nos permite la ley. Adaptarnos a los alumnos y al entorno social donde nos encontramos. Ser suficientemente creativos para inventar nuevas fórmulas para que nuestros chicos sean competentes. Darles los recursos necesarios para que puedan defenderse en un mundo cada vez más complicado. Necesitamos mucha más autonomía, pero propongo aprovechar la que tenemos para un mejor aprovechamiento de  los recursos humanos que disponemos.
3. La vital implicación de las familias
Las familias finlandesas se consideran las primeras responsables de la educación de sus hijos. Los profesores son muy respetados por ellas. Hay mucha comunicación entre colegio y familia. Por poner un ejemplo, no existe el servicio de inspección en Finlandia, no se entiene que haya que inspeccionar las escuelas o los profesores. Esto da una idea del grado de confianza que existe en el país hacia la profesión docente. La educación se da también en la familia. Los chicos ven a sus padres leer desde pequeños, los acompaña a las bibliotecas, se lee el periódico en casa…
La comunicación con las familias es también para nosotros una clave importante sobre la que trabajar. Buscar fórmulas creativas y aceptar el reto que nos plantea. Conocemos aquel proverbio africano que al niño lo educa toda la tribu. Tenemos que contar con toda la tribu y nos va el éxito de nuestra tarea en ello.
 

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